VICENTE ESPINO-JARA
Rafael
Delgado,
en
la memoria
educativa
y literaria
El salón de actos del Colegio Preparatorio, es el recinto
histórico idóneo para recordar al distinguido cordobés, escritor, poeta,
novelista y ejemplar profesor que contribuyo a forjar en Orizaba como en
Xalapa, varias generaciones de jóvenes bachilleres; el maestro Rafael Delgado y
Sainz, quien el 20 de mayo de 2014 cumplió 100 años de haber fallecido, justo
en el interior del edificio del Colegio Preparatorio de Orizaba, donde se
desempeñaba como director, así quedó inscrito para la posteridad en una pequeña
placa de mármol al pie del actual Palacio Municipal de la ciudad “nupcial” como él la llamaba por su cotidiana y densa
neblina. (…de entonces). Él está presente, a través del estupendo retrato[1]
que le hiciera el maestro catalán Joan Bernadet y Aguilar, para horrar su
memoria y recordarlo desde su origen como ex–alumno y su trayectoria docente al
frente de las asignaturas de Español y Literatura.
De su paso como educando del
antiguo Colegio Nacional de Xalapa, comparto un poema intitulado Diurno, que se
supone inédito:
Pues bien, yo necesito
decirte padre mío,
Que estoy modorro y
lánguido de tanto parrandear;
Que ya se acerca Octubre, que ya comienza el frio;
Que tengo las materias flotando en el vacío.
Que ya se acerca Octubre, que ya comienza el frio;
Que tengo las materias flotando en el vacío.
Y dicen, y es seguro que
me han de reprobar
Yo quiero que tu sepas
que al expirar el año
Me siento ya sin fuerzas,
con ganas de morir;
Que no quisiera darte tan
fiero desengaño,
Que temo el gran
desastre, que temo hacerte daño
Y que antes que suceda lo
debo yo decir
De noche cuando pongo mi
sienes en la almohada
Y muy abrigadito me
empiezo a revolver
Pensando en los exámenes,
me digo: ¡Si no es nada!
¿Por qué te asustas,
chico, si al fin de la jornada,
con cero o sin ceros, que
te ha de suceder?
Confieso que en Enero me
dije: ¡El mundo es mío!
¡Quién piensa en el
colegio! ¡Quién piensa en estudiar!
Y fue pasando el año, y
vino el fin, sombrío
El mes de Octubre
tétrico, interminable y frío
Y no hay poder humano que
me haga trabajar
Corral está furioso, y
acaso es necesario
Matarse como un burro
para poder pasar…
Encuentra en cada alumno
un mozo perdulario
Y en esto miro al triste
funesto corolario
Que en jerga de
estudiantes se llama reventar
Nogueira esta rabioso;
Miss Fay[2]
está que brama,
Que a veces no gustarle
cuando le dicen yes
Que los pronunciamientos
la ponen en la cama…
Y agrega Mr. Bauza[3] ardiendo en noble llama:
No hay uno, ni Tinoco que
llegare a hablar inglés.
Comprendo que a estas
horas diréis allá en la casa:
Ya pronto viene el niño,
muy guapo y muy feliz…
Arréglenle su cuarto…
¡Cuidado quien se atrasa!
Y yo me digo a solas ¡No
saben lo que pasa!
Ignoran que estoy bota y
el mal es de raíz
A veces pienso en daros
la eterna despedida
Fugarme de Jalapa,
largarme al militar,
La vida del soldado es
vida divertida,
Lucir el uniforme, y con
la frente erguida
Subir, bajar y a todas constantes
enamorar
¡Qué hermoso hubiere sido
el caminar derecho,
Con sin igual empeño y
ruda aplicación!
¡De sol a sol estarse
pegado en el barbecho!
¡Qué grande la distancia
que va del dicho al hecho!
¡Qué triste y vergonzoso
el magno revolcón!
Figúrate que hermoso el
viaje y la llegada…
La novia dichosísima, con
rostro de clavel;
La música del pueblo
sonora y acordada
La casa muy alegre
fandango y tamalada
Y yo espoleando el flaco
pacífico corcel
Bien sabe dios que ese
era mi más hermoso sueño;
Mi dicha incomparable, tu
gran satisfacción!
Pero salió borrego mi
estudiantil empeño…
¡Por dios que no te
enojes y que tu adusto ceño
Se torne en cariñosa y
dulce compasión!
Prometo (¡te lo juro!)
que voy a hacer la lucha
Y que el año próximo me
portare mejor…
¡Papá, no me regañes y
por favor escucha!:
Remíteme diez pesos que
mi pobreza es mucha
Y que si no me ayudas me
faltara valor.[4]
Sin duda, es un poema compuesto a
partir de la taciturna desesperación que le abrumaba, pero que encausado en un
remolino de pasiones de su alma le llevaron a buscar alivio en la mismísima
lengua de amor filial a su padre, por el insoportable sentimiento de no
acreditar las asignaturas y su falta de dinero.
De otros recuerdos que se
resguardan en el Colegio, están los testimonios documentales, nóminas y
registros de asistencia que como docente ejecuto y el libro de texto: Lecciones de Literatura[5] que dedicó
el 8 de septiembre de 1904, bajo la consigna en el prólogo, de ser práctico,
porque no se trataba dice: de hacer
literatos, sino que los alumnos aprendieran a hablar y a escribir bien.
En su contenido de 237 páginas
refiere obras de sus contemporáneos; Salvador Díaz Mirón, Joaquín Arcadio
Pagaza, Josefa Murillo, José Joaquín Pesado, Enrique González Llorca y desde
luego José López Portillo y Rojas a quien le unió una profunda amistad.
Como datos curiosos agrego tres:
el día 13 de abril de 1904, de 07:00 a 07:45 am, le correspondió a nombre de
este Colegio, montar guardia de honor ante el cadáver del Lic. Manuel R.
Gutiérrez, (profesor que fue de Electricidad Industrial en el Colegio) expuesto
en el salón de actos de la Escuela Normal Veracruzana.
El 25 de enero de 1905, por
acuerdo del Gobernador del Estado, se enviaron al plantel 30 ejemplares de la
obra de Literatura escrita por el señor Don Rafael Delgado, para proveer del
texto a los alumnos del primer curso.
Para junio de 1905, el Gobernador
de Chihuahua, Enrique Creel, convocó a estudiantes y profesores de las escuelas
civiles del país, a través de la Junta Patriótica “BENITO JUÁREZ” a recabar
fondos y mandar colocar en la antigua Villa de Paso del Norte hoy Cd Juárez un
monumento para perpetuar la memoria del patricio. Para tan patriótico fin la
comunidad de nuestro Colegio, organizo una velada en el teatro “Cauz” y se
reunió un total $ 48.26, de los cuales 26 centavos se utilizaron para el giro y
nuestro homenajeado aporto .50c, partiendo de la premisa que su sueldo
quincenal era de $ 75.00 pesos.[6]
De sus diversas publicaciones
poéticas en el “Boletín de la Sociedad Sánchez Oropeza”,[7]
de Orizaba, se transcribe un párrafo de una composición leída por él en el
Teatro “Llave” con motivo del quinto aniversario de la asociación celebrado el
15 de septiembre de 1885:
Esa juventud ardiente
A tu dicha consagrada
Te hará grande y respetada
De uno y otro continente
Y de levante a poniente
La fama, rasgando el viento
Dirá con heroico acento
Que repetirá la historia
Que eres patria de la gloria
Del trabajo y del talento.
Finalmente es oportuno recordar cómo
se refería él mismo a sus cuentos, obras
poéticas y literarias:
“Son hijos míos, hijos
de mi corto entendimiento, y nacidos todos ellos en horas de amargura y días
nublados, casi al mediar de mi vida, de esta pobre vida mía que no será muy
larga, y en años en que sólo el cultivo del arte puede alejar de nosotros el
recuerdo se seres amados, idos para siempre, y en que, dolorido el corazón, nos
entregamos de grado a las añoranzas de la muerte” [8]
Sin duda, nuestro querido maestro
Rafael Delgado, disfrutó de la existencia con placer y sentimiento, ahora
nosotros nos deleitamos siguiendo sus pasos.
[2] Harriet
C. Fay, docente de la asignatura de Inglés del CPX.
[3]
Efrén Bauza, docente de la asignatura de Inglés del CPX.
[4] “Diurno”
texto manuscrito tres hojas. Colección Particular MNyPR
[5] Lecciones de Literatura. Rafael Delgado.
Jalapa, Enríquez. Imprenta del Gobierno del Estado. 1904. Colección Particular.
[6] Archivo
Histórico Escolar. 1902- 04- 05. Colegio Preparatorio de Xalapa.
[7]
Tomo I. Estado de Veracruz. Orizaba. Septiembre 15 de 1885. No 16, Págs 15-19.
Colección Particular.
[8] Álbum
Salón. Ilustración Mensual. Cía Editora Prensa Gráfica. México. Abril 1925.
Colección Particular