lunes, 15 de mayo de 2017

REVISTA 102












Martha Inés Flores Pacheco[1]

Entre textiles y archivos:
Álvaro Brizuela Absalón[2]

Introducción
En este artículo solo se hablara muy poco de Álvaro Brizuela Absalón, su título se refiere a dos grandes temas: textiles y archivos, ya que son dos hilos conductores de su formación académica y de su pasión por la antropología, entre los textiles y los archivos existen otras herramientas del quehacer antropológico que Álvaro Brizuela aprendió, conoció, estudió, sintetizó y problematizó, como son el análisis de la cerámica y las colecciones que clasificó para el Museo de las Culturas y el Museo Nacional de Antropología.
En este breve escrito, se describirán algunos pasajes de la vida de Álvaro Brizuela que permiten entender cuáles han sido los principales ejes de su propuesta académica, porque en algunos de sus estudios lo apasionan las diferentes culturas, sus orígenes (mitos), sus rituales, sus textiles, su historia y por supuesto su interacción con diferentes pueblos indígenas de México y Centroamérica.
Con lo anterior, se observa que el interés del etnólogo Álvaro Brizuela siempre ha sido proponer aportaciones en diferentes campos y perspectivas, así como abordar en sus textos problemáticas sociales y políticas actuales. Como etnólogo y contar con la formación clásica de la disciplina antropológica, se verá como se ha interesado desde la historia agraria hasta la concepción sagrada de los territorios indígenas, sin dejar de lado su preocupación, desde joven, por las condiciones de vida de los pueblos indígenas de México. Álvaro Brizuela tránsito por las diferentes regiones dejando diferentes recuerdos y anécdotas, logró desarrollar su propio camino y estilo, su concepción de vida, sus andanzas, sus gustos y sus pasiones.
Este documento consta de cuatro grandes apartados, que tratan de conjugar y sintetizar cuatro temas que intervienen en su vida, la primera una breve biografía de Álvaro Brizuela, destacando su formación académica, la segunda intitulada Entre textiles y piezas arqueológicas, trata brevemente su incursión en este campo, la tercera llamada experiencias antropológicas  narra un poco las prácticas de campo y los pueblos estudiados y por último en la cuarta, Recuerdos, anécdotas y colecciones se mencionan algunas autobiografías, vivencias, pasiones y sueños que le han dado el complemento entre la antropología y otros saberes y como palabras finales se expondrá como se observa él así mismo.
Este documento es el inicio de narrar la vida de un antropólogo, pero contemplando no solo su propuesta teórico-metodológica, sino tratar de incorporar el contexto social y cultural en donde se desenvolvió, así como la incorporación de otras técnicas de investigación, que se han manejado por otras disciplinas para escuchar las palabras y los pensamientos de Álvaro Brizuela.






[1] Etnóloga por la Escuela Nacional de Antropología (ENAH), con Especialización, Maestría y Doctorado en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Ha analizado y estudiado diferentes aspectos de los pueblos indígenas de México: territorio, cultura, lugares sagrados, toponimia, historia; así como efectos de la política social, formación de territorios, procesos históricos, educación intercultural y derechos indígenas. Ha trabajado principalmente con coras, huicholes, nahuas y teenek de la Huasteca potosina, tlapanecos o mepp´a de Guerrero y nahuas de Zongolica, Veracruz y de Morelos. Otros temas son el estudio de los efectos en el patrimonio natural, histórico y cultural en las ciudades y los procesos de gentrificación.
[2] Se presentó como ponencia en XI Congreso Centroamericano de Antropología en la Mesa: “Nuestros colegas, nuestros amigos”, en la Universidad de Costa Rica, del 27 al 5 de marzo 2017.

REVISTA 101

DESCARGA AQUÍ Revista Cultura de VeracruZ 101





Álvaro Brizuela Absalón



FÉLIX BÁEZ-JORGE[1]


EL CAMINAR
DEL ANTROPÓLOGO


Para el Tigre Mayor: Félix Báez-Jorge

En el andar del antropólogo, en el cruce de caminos, volvemos la mirada a ese encuentro con el otro, sí, con el nombrado informante del antropólogo, que, en mi caso, lo considero como un colaborador del proyecto de investigación, y fue en ese andar, que me encontré con un personaje entrevistado por Félix Báez-Jorge  en San Pedro Soteapan, Veracruz, me refiero a Don Mauricio Sagredo, un hombre de hablar pausado y conocedor de su cultura popoluca zoqueana. Este encuentro lo relaté en una carta que le escribí a Félix el dos de junio de 2014, de ella, voy a leer un fragmento, dice así:
Félix, cuánto nos abrazan los caminos cuando vamos  al  encuentro con el otro, que somos nosotros. Somos el espejo del otro cuando conversamos, cuando se escriben sus relatos. Nos volvemos atemporales cuando en la entrevista, el entrevistado trae ese pasado al presente. En ese momento atemporal, se recrean  imágenes de otro tiempo, es el momento cuando el otro relata esos paisajes reconfiguradores, el antropólogo, con asombro, va a transcribirlo como algo nuevo.
Aún recuerdo la primera vez que estuve en San Pedro Soteapan, fue en junio de1970. Unos días antes, estaba en Oluta haciendo una entrevista, y les decía a los señores de la casa, de aquí,  me voy a Soteapan, ellos exclamaron: ¡no muchacho!, no es bueno que vayas para allá, aquí te quedas con nosotros, y podemos conversar de lo que quieras. Les respondí que no podía hacer eso, que yo tenía que ir, porque así lo había programado. Es que dicen que allá se comen a la gente, son malos. Hubo más advertencias que llamaron mi atención, y alentaron mi curiosidad. En un restaurante en la carretera (de Acayucan a Coatzacoalcos), le decía a un señor, mañana voy a estar allá arriba, en Soteapan, y él me dijo que no fuera.
Con esas advertencias, fue mayor mi interés, y me dije, pues ahora, voy. Y sí, cuando llegué, sentía un ambiente un tanto tenso, de miradas de desconfianza, llegué al Ayuntamiento, me presenté, y me dijo uno de los señores , pon tus cosas ahí, mochila, grabadora, y demás útiles, los dejé sobre costales llenos de frijol, entonces me dijeron,   vete a casa del Mayordomo, ahí te van a dar de comer, y sí, llegué a la casa, afuera mesas y bancas, saludé, me presenté, y me dieron de comer del guiso de res que se ofrecía.
Después de leer acerca de lo que aconteció en la región de Soetapan en tiempos del Gobernador Juan de la Luz Enríquez (1888), los reclamos sociales no atendidos, y que ellos se hicieron justicia por su propia mano, protesta que culminó con represión, homicidio y cárcel por las fuerzas públicas del gobierno del estado; entonces comprendí el porqué de esa expresión de desconfianza, que las miradas para el extraño que en ese momento era yo, las sentía como hostiles. Después, ya fue otra sensación, con Don Juan, un lugareño que conocía a mi padre Rafael Brizuela Pereyra, esto por sus viajes en peregrinación a pie y a caballo con rumbo a Catemaco para la celebración de la Semana Santa, tiempo de alegría, y la Semana Santa, tiempo de luto.



[1] Fragmento de ponencia: XI Congreso de la Red Centroamericana de Antropología. Escuela de Antropología de la Universidad de Costa Rica. San José Costa Rica. Febrero 28 de 2017.



REVISTA Cultura de VeracruZ 143

   DESCARGA AQUÍ   👈   REVISTA 143 MERCEDES ESCOLANO CAT ULO DI XIT   (Cádiz, España, 1964) es licenciada en Filología Hispánica por la...