Por Alberto Hernández Vásquez
Cultura de VeracruZ, en su número 62, correspondiente a marzo del presente año, publica el “Tríptico del amor filial”, de Javier Acosta, quien obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2010. Su lectura vislumbra la esencia vital entre la relación familiar: “Ya no me encuentras, padre / Dirías que soy el más imperceptible de los hombres / que no aprendí a volar, ni a jugar pelota / y el agua me internó en sus torbellinos / Con su rumiante bestia, sus ingentes repúblicas / de niños extraviados, el mundo / era también un derruido laberinto / Sólo tú y yo / pensábamos que había una salida.”
Entre el estilo poético destaca el ejercicio reflexivo de la escritura como forma de encontrar el camino hacia los sentimientos. Desde esta perspectiva los poemas de Javier Acosta permiten la aparente conexión con la naturaleza humana y la tradición cultural en la transferencia de valores humanos: “¿Qué debo hacer aún por conquistar / tu corazón vedado? / ¿Qué debo hacer de nuevo para oír / una por una tus lecciones / sobre la dura vida? / ¿Qué debo hacer para internarme / otra vez de tu mano / por esta desvalida / noche de los hombres?”
El etnólogo Álvaro Brizuela Absalón realizó las ilustraciones de la portada y los interiores de esta entrega de Cultura de VeracruZ. En algunas páginas se divulga una muestra de sus fotografías, que acompaña la lectura de su interesante trabajo de campo sobre: “Un asentamiento campesino en el Tajín”. También participa el lingüista Román Güemes Jiménez, quien colabora con un “Homenaje a Serafín Fuentes Marín”, donde se hace referencia a: “Esta fiesta por excelencia del pueblo zonteño, prácticamente les arrebataba el alma a los pobladores quienes dedicaban una buena temporada de su calendario festivo: cinco días antes del miércoles de ceniza y un carnaval chiquito en el sábado de gloria.”
Por su parte, Raúl Hernández Viveros, escribe sobre “La trascendencia de Miguel León-Portilla”. En sus líneas ubica un fragmentos valiosos de las enseñanzas de Miguel León-Portilla: “en el siglo XX respaldó el proyecto de rescatar los testimonios orales de la “Visión de los vencidos”, para que las nuevas generaciones tengan a la mano fragmentos indispensables del pensamiento y la memoria que se transmitió entre los pueblos, comunidades y miembros en cada generación de los indios de México. Frente a una guerra desigual hubo actos de heroísmo que desembocaron en la terrible derrota. Ante las armas rusticas, los cañones, espadas, caballos, arcabuces, y armaduras, se logró la destrucción del imperio azteca. Fue la conciencia histórica que presentó objetivamente la traición y la intriga de convencer a otros pueblos indígenas en colaborar contra los centros más importantes del México antiguo.”
Ileana Garma, inserta el formidable relato: “El hombre es un pequeño pájaro en el mundo”. Su lectura logra transmitir sentimentales recuerdos sobre el papel de la mujer en la vida provinciana. Desde el principio se advierte una profunda sensibilidad y el dominio casi perfecto de la escritura. Obed González Moreno, incluye las líneas rebeldes de sus textos que llevan el título de: “Zumban silencios”. Yamily Falcón, da a conocer las líneas provocativas de sus: “Las mías bastardas”.
Félix Treviño, aborda el tema de la: “Gripe porcina”. Relato descriptivo de la transformación de una persona en verdadero cerdo. Juan Ventura Sandoval, en la brevedad de la escritura analiza la soledad y el hastío de cualquier mujer, entre las líneas de su texto “Amor en tres tiempos”. Gabriel Fuster, inventa un encuentro con: “Fuentes de la novela”, como homenaje a Carlos Fuentes.
Héctor Campos E., incursiona en el campo de la narrativa con la inspiración de su relato “El resplandor”. El novelista Irving Ramírez, analiza la fuente inspiradora de sus autores predilectos en las reseñas: “Coetzee: las memorias de un hombre lento”, “Henry Beyle, alias Stendhal y la adolescencia perpetua”, y “El Dolor y
Armando Ortiz informa sobre el 23 aniversario de “
Cierra este número de Cultura de VeracruZ, una página dedicada Javier Acosta Escareño, Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2010, en donde se recogen algunas ideas de su escritura: -¿Por qué surgió la necesidad de buscar una poesía más natural y dejar a un lado lo artificial? “Por un lado tiene que ver con las lecturas que he realizado de libros místicos orientales y occidentales. Por el otro lado experiencias personales, como la familia misma. Cuando estoy con mi hijo he querido hablar con él con la mayor honestidad posible y de alguna manera eso lo trasladé a mi obra”. Y agregó que: “En el momento que te das cuenta que no posees nada hay poesía. Hablo del desapego, de la misericordia, de empezar a dejar que fluyan las cosas, de no controlar, de dejar ser”.
1 comentario:
Tenía una hermana mayor, Doris. En 1936, J. D. se graduó en la Academia Militar de Valley Forge en Wayne, Pennsylvania, donde sirvió como editor literario del anuario de la escuela, Crossed Sabres.
https://rmhg.info/biografia-de-j-d-salinger-escritor-estadounidense/
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