Revista 106, Noviembre/diciembre 2017
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Guillermo Landa
LA CICATRIZ
343 Die worte, mit denen ich
meine Erinnerunq ausderucke sin meine
'Erinnerungsreaktion.
LUDWIG WITTGENSTEIN. Philofosophische
Untersuchunqen.
343. Las palabras con las que
expreso mis recuerdos son mi reacción de mi recuerdo.
LUDWIG WITTGENSTEIN.
Investigaciones filosóficas
En una
noticia de familia
no divulgada en
esta comarca hay un
objeto que marcó
para siempre la vida
de un niño: Una
mojarra, ese machete corto que no
busca la sangre caliente
de los rijosos, sino
el plantío de caña criolla,
la Saccharum oficinarum, para
cortar su abundoso cultivo y
elaborar panela en el trapiche del abuelo Benjamín Velásquez o hacer
la fermentación alcohólica de la
melaza sacando aguardiente de 72
grados de fuerza en un alambique sencillo, sistema Deroy.
El
escuincle, que vacacionaba en los
cálidos parajes del
rancho "La Piña" y
daba en ser goloso como todo
mozuelo, se abre paso entre los
surcos del bochornoso sembrado,
empuña con la mano izquierda
el erecto tallo meloso
de una caña,
al mismo tiempo que con
la diestra agarra la filosa mojarra,
emblema de la
zafra, para asestar un
golpe sesgado tajándolo hasta
dejar pelada su blanca desnudez azucarada; pero un
ínfimo, involuntario desvío de la cortadora afilada
cercena la envoltura del
metacarpo de la mano
izquierda; por la herida bermellón borbollonea el mismo azoramiento
infantil que causaba la vista de las sanguinolentas carnicerías de los
Ángeles Vallejos, los López
y los Espejos, tablajeros estimadísimos por la
comunidad huatusqueña aun por los vegetarianos.
En
este punto del accidente desgraciado queda
prohibido el paso al relato
fantasioso. El tío Benja ordenará al
herido que se
orine, repitiendo, sin saberlo, la propia formula de Herman
Boerhaave alumno en 1628 de
la Escuela Latina
de Leyden, que oficiaba
como médico a los
16 años; preparará una
motita con algunos hilachos
del telar de la -Epeira diadema
(pudo ser del Thomisus
viaiticus o del thomisus cambridgii) para taponar
la grieta corpórea por donde
estuvo a punto de salírsele
el corazón. Ahora que destapona sus
recuerdos se explicaría
que. merced a esa práctica rural
sobre el
uso adhesivo de las telarañas para
evitar el desangramiento, desistiera de
chuparse la hendidura y paladear el
dulce sabor de la hemoglobina.
Cual vestigio
de aquel hecho
pugiente de la
niñez sólo queda
la verrugosa cicatriz en bisel
de setenta y cinco años
que no da pábulo al olvido. Así
es como aparece de nueva cuenta la
escena donde escurría una
espesa lombriz de
sangre, que fuera confundida con
un Elaps fulvus, mas
pareciera una Arion
hortensis o quizá,
por su reptante largor semejaríase a una Limax maximus (el dedo como gasterópodo sanguinolento) baboseando el arco palmar de la mano
izquierda.
La picadura
y el dolor alojados
en la oliva bulbar
(¿ ?) hacen su camino
de regreso para
indicar que el
coralillo mordió*; pero
el ojo advierte que el agresor fue el
brazo derecho sobre
la caña: el denuedo para pelar se transformó en filo
para herir.
Un insecto
con reflejos verde obscuro
y azul metálico, con tres rayas negras en el
dorso, entre
las alas y con cabeza
roja comenzó a revolotear sobre
la impaciencia del lesionado; tal vez se tratara de una Lucilia Macellaria que hubo
olfateado y devisado desde muchos
kilómetros a la redonda
el olor dulzón
y violáceo de la
herida. Esa moscarda lo
condujo hasta un recodo de la
memoria colectiva junto a otro ejambre necróforo abonando la
carroña del jefe
de la policía el "Neqro" Palacios
y sus esbirros,
quienes orfandaron a la grey huatusqueña de su padre Cama asesinado en Junio de 1929**.
Sin
esperar a que cicatrizara la lesión
causada por el indeliberado machetazo.
cuando apenas una escama castaña encarnada recubría
a la cortadura, retomó
sus estudios de piano
con Ejercicio para los dedos de
la mano izquierda del Método preparatorio para
piano por FERD BEYER:
siguió con especial
empeño, bajo
la supervisión de la madre
doña Consuelo, los Ejercicios de la
colección Le Pianiste virtuose de
Monsieur Charles Louis HANON,
Maestro Compositor Honorario de la
Academia Pontifical de Sta. Cecilia de Roma. Sin que pretendiera ser un ejecutante profesional,
ya en la
adolescencia, continuó con los
"Cien estudios de
piano” del Erster Lechrmeister Carl
Czemy, cruz y delicia de los
aprendices de pianista. Como todo
diletante sabe, este compositor y
escritor vienés aprendió el
arte musical con su padre,
fue alumno de Beethoven y maestro
de Franz Liszt. ¡Qué
generación de genios! Repasar los
Uben mit dem Bab-clef del austríaco,
ascender y descender sobre el teclado
blanco-negro las escalas del francés
fueron la práctica doméstica del joven
huatusqueño. La salvatela,
vena que
pasa por el meñique, pulsaba
a la misma velocidad con
que se inicia todo arpegio descendente de la mano izquierda que ahora ostenta su
tersa cicatriz.
*Aquí
conviene citar una anotación de Wittgenstein (1953:428-431) que concierne a
sensaciones cinestésicas con
especial referencia al dolor
cuando dice: "der
Charakter eines Schmerzes
uns uber den Sitz der
Verletzung Belehren" (el carácter
de un dolor
nos puede instruir sobre el lugar
de la herida).
**Clara alusión a la Guerra
Cristera.
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